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Oímos hablar de ansiedad cada vez con más frecuencia… Tras la pandemia de la covid-19 sabemos que la ansiedad se ha expandido entre la población, pero ¿qué es realmente la ansiedad? La ansiedad es una sensación o un estado emocional normal que sentimos ante determinadas situaciones, es una respuesta habitual que podemos tener en nuestra vida cotidiana cuando nos enfrentamos a diversas circunstancias estresantes. Podemos ver como cierto grado de ansiedad puede resultar incluso deseable para poder manejar los desafíos y exigencias que surgen en nuestro día a día. Así, la ansiedad suele aparecer ante situaciones inciertas, en las que anticipamos una posible amenaza y tiene como finalidad prepararnos para reaccionar ante aquello que percibimos como amenazante.

 

Es importante conocer que la ansiedad actúa a través de tres sistemas de respuesta: fisiológico, cognitivo y conductual.

Por un lado, la respuesta cognitiva se refiere a los pensamientos y sentimientos que tenemos en presencia del estímulo que genera ansiedad. Por ejemplo, ante un examen es posible que la ansiedad haga que nos sintamos agobiados y nerviosos, que pensemos que no estamos preparados o que va a ser muy difícil.

 

En el plano fisiológico, se incrementa la activación de la rama simpática del sistema nervioso autónomo, generándose reacciones como taquicardia, sudoración, tensión muscular. Ante este mismo examen es posible también, que nos encontremos muy tensos o que sintamos que nuestro corazón se acelera.

 

Por último, la respuesta motora hace referencia a los movimientos o acciones que llevamos a cabo cuando nos encontramos ansiosos. Ante el examen es posible que nos tiemblen las manos o que comencemos a tartamudear, que empecemos a dar vueltas y tengamos la sensación de no poder estarnos quietos.

 

Todos estos cambios pueden ser respuestas normales ante situaciones de estrés. Es importante entender y aceptar que la ansiedad forma parte de la existencia humana, todas las personas la sentimos en un mayor o menor grado en algún momento de nuestra vida, siendo ésta, en un principio, una respuesta normal.

 

 

 

Pero ¿qué pasa si la ansiedad no nos facilita una mejor adaptación?, ¿qué pasa si acaban surgiendo falsas alarmas ante posibles amenazas que realmente no lo son?, ¿o si tendemos a percibir estas amenazas como mucho más graves de lo que realmente son?. La ansiedad se convierte entonces en patológica o severa cuando es desproporcionada para la situación, por lo que no nos ayuda a afrontarla mejor y además se vuelve demasiado prolongada. La preocupación en estos casos salta de un miedo a otro incluso llegando al punto de que la persona puede llegar a sentir preocupación por el mero hecho de estar preocupada. Así pues, decimos que la ansiedad es patológica cuando se manifiesta de manera persistente, cuando no desaparece y además es generalizada, es decir que surge ante muchas situaciones incluso ante aquellas que no son una amenaza. La ansiedad severa nos ocasiona un gran malestar e impide que actuemos de manera adecuada en nuestra vida diaria afectando a nuestro rendimiento.

 

¿Como afecta la ansiedad patológica a nuestro cuerpo? Cuando la ansiedad se presenta en niveles desproporcionados, aparecen síntomas físicos desagradables como son la tensión muscular prolongada, dolor de cabeza, cansancio, sensación de ahogo, dolores estomacales, mareos etc…. Estos síntomas generan gran malestar y dificultades en la vida cotidiana.

 

¿Cómo afecta a nuestra mente? Ante la ansiedad patológica, existe una percepción de falta de control y suelen originarse en nuestra mente los llamados pensamientos automáticos. Estos son pensamientos poco realistas como pueden ser: “pasará lo peor”, “enloqueceré”, “no podré soportarlo”. Por otro lado, también se pueden presentar dificultades en la concentración, sentimientos de intranquilidad y problemas a la hora de conciliar el sueño.

 

¿Como afecta a nuestra conducta? En este caso destacan las conductas de evitación y/o de escape de las situaciones que producen la ansiedad. Esto resulta bastante peligroso debido a que si no somos capaces de enfrentarnos a las situaciones que nos producen ansiedad ésta podría llegar a ser crónica.

Si estás sintiendo ansiedad y necesitas ayuda profesional, no dudes en contactar con nosotras. Desde Astarté Gabinete de Psicología trabajamos con casos de ansiedad, acompañando a la persona y ayudándole en su proceso de hacerle frente.

 

Esther Bigorra. Psicóloga en prácticas en Astarté.

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